miércoles, abril 24, 2024
Nacionales

La despoblación de la zona fronteriza resulta algo alarmante

¿Huyen o son expulsados de la frontera los dominicanos? ¿Qué se ha hecho para revertir la situación? ¿Es irreversible esta debacle demográfica en esta zona vital?

Nos surgen estas interrogantes en momentos en que creemos interesante determinar si la frontera expulsa a sus pobladores o si estos huyen de una realidad que lo lacera y frena su normal deseo de desarrollo socio-económico y humano.

Había planteado en un anterior trabajo la necesidad de que el Estado planifique y propicie la construcción de 30 mil viviendas para los habitantes de esta estratégica región del país.

Algunos han preguntado de dónde saldría el dinero para una iniciativa de esta magnitud. Otros han advertido que estas casas terminarían en manos de los haitianos.

Se trata de gente de poca fe. Si hay una de las tantas cosas que hemos perdido los dominicanos producto tal vez de la intensa e indetenible labor politiquera, es su fe por la Patria. Hemos dejado de soñar en una Patria Grande, vigorosa y abrazada a un ideal indetenible de progreso. La Patria no es solo la capital y Santiago, existe una zona fronteriza.

Nos han vendido la idea de que nuestra única salvación está en emigrar, en “largarnos del terruño”. Ya existe incluso una generación que estudia carreras profesionales y logran excelentes notas con la única idea de marcharse para ir a servir a otros Estados en cualquier parte del mundo, pero muy especialmente en los Estados Unidos y España.

Eso debería ser una vergüenza para todos los líderes de la nación que han dominado la práctica política y empresariales en los últimos 50 años, los cuales deben preguntarse por qué han gobernado un país para formar ciudadanos que casi todos desean sin tapujos abandonar su Patria. Los sectores gobernantes se han dedicado –según mi humilde juicio- a cultivar burócratas, muchos de ellos sin el menor escrúpulo.

La visión y la praxis política lo han entorpecido todo. Y esto, parece obvio, ha sido abonado por un sector industrial, empresarial y laboral que han tenido un solo norte, amasar riquezas sin importar las consecuencias.

Una frontera despoblada 

“Ese territorio, localizado al Oeste de la República Dominicana, ocupa un 20% de la superficie total del país (10,823 km²) y se encuentra compuesto por cinco provincias limítrofes con la República de Haití (Montecristi, Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales) y dos contiguas (Santiago Rodríguez y Bahoruco) que conforman la Zona especial de Desarrollo Fronterizo (Ley 12-21)”, sostiene un estudio realizado por el especialista Erick Dorrejo.

Apunta que “estas siete provincias (con 33 municipios y 66 distritos municipales) tienen un gran potencial, pero también enormes limitaciones que han retrasado el desarrollo que requiere la zona para beneficio de toda la nación”.

“La proyección de la población residente en la Zona Fronteriza asciende a 500 mil 460 habitantes, equivalente al 4.75% de la población nacional (ONE 2021”, ha advertido Dorrejo, del Observatorio Territorial de Arquitexto.

La densidad poblacional en la frontera es de unos 46 habitantes por kilómetros cuadrados, “muy por debajo del promedio nacional de 216.3 hab. / km 2.”, precisa el experto en su interesante artículo “Una mirada especial a la zona fronteriza”. O sea, que juntando toda la zona fronteriza esta tiene 200 mil habitantes menos que un pedazo de la capital, específicamente el municipio de Santo Domingo Norte, que registró en el 2012 una población de 705 mil 983 habitantes, en 389 kilómetros cuadrados.

Igualmente, el distrito municipal Santiago Oeste o Cienfuegos “cuenta con más habitantes que quince provincias”, señala un reporte periodístico de Diario Libre en el que se afirma, asimismo, que la población del municipio cabecera de la provincia, que es Santiago, es de 550 mil 753 habitantes, es decir, que solo dicha ciudad tiene una población mayor que todas las provincias fronterizas juntas.

Desde esta óptica, la despoblación de la zona fronteriza resulta, por tanto, algo alarmante. Pero no ha sido así, nadie se alarma, parece que esta situación no ha preocupado a nuestros gobernantes.

Heidy Galicia

Periodista y Locutora Dominicana, nacida en Bonao Provincia Monsenor Nouel la Comunicacion es mi pasion.

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