La Voz de Galicia

Kishida reaccionó radiante cuando le colgaron en el cuelo una medalla de oro de los campeones.

También recibió una tarjeta gigante enmarcada y con la firma de cada jugador.

“A todos los miembros de la selección Samurai, felicidades por su consagración en el Clásico”, dijo Kishida al agradecerles por la visita de cortesía a su despacho tras un largo viaje procedentes de Estados Unidos.

Japón se coronó invicta — apenas el segundo equipo que lo logra en un Clásico — tras vencer 3-2 a Estados Unidos en la final.

Los peloteros se presentaron vestidos de saco y corbata y posaron para fotos con el gobernante. Imitaron el gesto de agitar un frasco de pimienta, popularizado por el jardinero Lars Nootbaar. Jugadores como Nootbar, que militan en clubes de las Grandes Ligas, no regresaron a Japón.

Kishida dijo que no pudo ver las últimas dos victorias ante México y Estados Unidos dado que se encontraba en Ucrania en reuniones con el presidente Volodymyr Zelenskyy.

El mánager japonés Hideki Kuriyama afirmó que “nunca había visto a un equipo tan excelente” y le pidió al primer ministro que les elogiara, lo cual hizo.

“Le dije a mis jugadores que la historia es la historia de los ganadores”, dijo Kuriyama.

Salir de la versión móvil